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El experto

En esta última entrega, queremos hablar de movimiento, pero no sólo de movimiento físico, que consideramos siempre algo beneficioso. Actualmente hay evidencias científicas que sostienen que hacer ejercicio tiene efectos beneficiosos para el cerebro. Por movimiento, vamos también a referirnos a aquellas cosas que hacemos a nivel personal para no quedarnos estancados, para mejorar nuestras habilidades, o simplemente porque somos curiosos.

A lo largo de este último año hemos estado proponiéndote distintos tipos de acciones, de modo que al final del año, o sea hoy, pudieses haber experimentado diferentes movimientos, diferentes “pasos de baile”, cuyo objetivo era proporcionarte distintas vías de crecimiento personal. Han sido propuestas sencillas de realizar y poderosas en sus consecuencias.

Por cierto, ¿te ha sucedido que en algún reto que te has propuesto, quizá comenzaste a trabajar en algún tema y luego lo dejaste? Si es así, ¿te has planteado por qué? ¿a qué se deben nuestros abandonos? ¿por qué no acabamos algunas cosas que nos proponemos, a pesar de ser conscientes de los beneficios que nos traerá?

La respuesta son dos palabras: motivación y esfuerzo.

Veamos primero lo referente a la motivación. La falta de motivación personal suele ser la causa de los abandonos en el proceso de mejora personal. La motivación es algo que va creciendo en nosotros conforme conseguimos avances. Si no le damos tiempo, si queremos ver los beneficios de manera casi inmediata, estamos cometiendo un error de perspectiva, pues lo habitual es que los beneficios personales lleguen al principio en cuentagotas, para convertirse luego en un manantial.

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Le llega el turno ahora al esfuerzo. Como seguramente sabes, no hay movimiento, cambio o mejora, que no requiera esfuerzo. Necesitamos del esfuerzo para mantenernos en aquella actividad que hayamos decidido emprender. Necesitamos del esfuerzo para resistir las ganas de dejarlo cuando no vemos los beneficios que esperamos. Lo dicho, sin algo de esfuerzo y compromiso por tu parte, es bastante probable que nos quedemos en el intento.

Pongamos un ejemplo: has decidido ser más proactivo en tu vida social, y tal y como te propusimos, has buscado proactivamente una actividad que favorecerá, por ejemplo, tu vida social. Te has apuntado a un club de montaña. La naturaleza, los paisajes y una buena compañía te motivan. En la primera salida pasaste frío y llovió tanto, que estuviste todo el rato con el ceño fruncido y apenas te relacionaste con nadie. Al llegar a casa, no eres capaz de ver de qué te ha servido, en qué te ha beneficiado. Decides que en casa al fin y al cabo no se está tan mal, caliente y con tus cosas.

En ese caso concreto, ¿dirías que te has esforzado?

Pero, ¡cuidado!, esfuerzo no significa necesariamente sacrificio. Esforzarse no es sacrificarse o sacrificar cosas, no. Nosotros, en todo momento, hemos querido sumar (mejorar), no restar (sacrificio).

La clave en los retos que te hemos propuesto, y que seguro puedes volver a proponerte, es sentirte a gusto haciéndolos. Si te sientes a gusto con algún pequeño cambio que te hemos propuesto, mantenlo, y sigue en ello sin pensar que hay que subir constantemente un escalón tras otro. Simplemente disfruta de lo mucho o poco que estás consiguiendo.

¿Te imaginas mantener durante el siguiente año todos los pequeños cambios que te hemos propuesto hasta ahora? Eso sí que sería movimiento.

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En qué te beneficia ...
Autoanalízate

Vamos a poner a prueba tu motivación al movimiento y tu capacidad de esfuerzo en los retos que te hemos planteado este año.

Test
Plan de acción

Aplica las siguientes acciones concretas y verás el bienestar que provoca hacer ejercicio. Para que realmente funcionen, las hemos organizado en un periodo de un mes. Así podrás practicarlas y afianzarlas. Además, están ordenadas según su complejidad e implicación, de menor a mayor. Registra los beneficios obtenidos tras realizar cada una de ellas y comprueba tu evolución.

Calendario

Si reflejas por escrito los beneficios de cada acción, obtendrás un “diario” que te ayudará a ser consciente de cómo tus acciones van en tu propio beneficio y en el de los que te rodean.

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